Vea este video para escuchar a alguien que consideró los riesgos, y después explore esta página para decidir por usted mismo.
Algunas personas sufren los efectos de COVID-19 durante meses después de la fase aguda de la enfermedad (a menudo se les conoce como personas "de largo recorrido"). Todavía estamos aprendiendo mucho sobre los efectos a largo plazo, pero esto es lo que sabemos por ahora:
Para conocer las últimas investigaciones sobre COVID-19 a medida que se publican, consulte el Centro de Recursos sobre Coronavirus (página solo disponible en inglés) del Journal of the American Medical Association.
Aunque está claro que las personas con determinados factores de riesgo, como la hipertensión, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y otras afecciones, tienen más probabilidades de sufrir un ataque grave de COVID-19 durante la fase inicial de la enfermedad, no existe una relación clara entre estos factores de riesgo y los problemas a largo plazo.
Más estudios aclararán por qué persisten estos problemas de salud en algunas personas. Podrían deberse a daños en los órganos causados por COVID-19, a una respuesta inflamatoria o autoinmune persistente por haberse enfermado de COVID-19, o a otra razón.
El COVID-19 leve o moderado dura unas dos semanas en la mayoría de las personas, pero los problemas de salud pueden persistir durante meses. Todavía estamos aprendiendo por qué algunas personas tienen "un largo recorrido" con estos problemas de salud persistentes.
La pérdida del sentido del olfato -o anosmia, para usar el término técnico- puede ocurrir durante un caso de COVID-19. A veces, es el único síntoma. Otras veces, acompaña a otros síntomas leves como la tos seca.
No está claro por qué ocurre esto. Pero ocurre con frecuencia, quizás hasta el 86% de los casos de COVID-19. Y ocurre con más frecuencia en las mujeres.
Mientras más pronto se reconozca y se informe de la pérdida del sentido del olfato, más pronto se podrán realizar las pruebas y el tratamiento para el COVID-19, y más pronto se podrá proteger a los demás manteniendo la cuarentena mientras se esperan los resultados de las pruebas.
La pérdida del sentido del olfato puede durar desde aproximadamente tres semanas hasta varios meses, y puede ser perjudicial para la salud mental. Las personas que sienten una mayor sensación de ansiedad, depresión o aislamiento deben acudir a un consejero de salud mental o a un amigo o familiar de confianza para obtener consuelo y apoyo.
Un estudio realizado en más de 2,500 pacientes de 18 hospitales europeos detectó la pérdida del sentido del olfato en el 55% de los pacientes con casos leves de COVID-19 y en el 37% de los casos entre moderados y críticos.
uso de mascarillas y distanciamiento social
Si decide vacunarse:
Puede reanudar la mayoría de las actividades que realizaba antes de la pandemia sin necesidad de llevar mascarilla o de practicar el distanciamiento social. (Nota: Las mascarillas siguen siendo necesarias en algunos lugares públicos cerrados como el transporte público, los aeropuertos y los hospitales). Las personas que contraen el COVID-19 después de la vacunación representan aproximadamente la centésima parte del 1% de los vacunados, por lo que su riesgo de contraer el COVID-19 es extremadamente bajo.
Las infecciones en vacunados son del 5% con lavariante delta. Aun así, la vacuna protegió de la muerte en los casos deenfermedad en personas vacunadas.
Si decide no vacunarse:
Estará más seguro si evita los lugares cerrados que estén operando a plena capacidad, como bares, gimnasios, restaurantes y cines. También querrá considerar evitar todos los viajes no esenciales y los grandes eventos en interiores. Si está rodeado de personas que no forman parte de su hogar, seguirá siendo esencial mantener la distancia social (al menos dos metros de distancia) y llevar una mascarilla. Su riesgo de contraer COVID será un 75% mayor que el promedio nacional.